Histórico
El entrenamiento de la memoria tiene historia
Ahora retrocedamos dos mil quinientos años hasta el tiempo de los antiguos griegos. Ellos tenían incluso una "Diosa de la Memoria" que lo sabía todo acerca del pasado, del presente y del futuro. Su nombre mitológico suena casi como memocamp, pero un poquito más griego: Mnemósine. De su nombre surge el del arte de la memoria: la mnemotecnia. En nuestra ajetreada vida actual se ha eliminado la "n" después de la "m" y desde entonces todos llamamos "memo" a los memorándum porque esto último es demasiado largo para nuestra vida agitada actual.
Volvamos a los griegos, ahora con una historia emocionante. Quinientos años antes de Cristo vivió el poeta lírico Simónides de Ceos. Un día pronunció un discurso durante un banquete. De pronto tuvo que salir porque le dijeron que dos hombres le esperaban fuera. Apenas había abandonado Simónides la casa, el edificio se derrumbó enterrando a todos los presentes bajo los escombros. Los dos hombres eran los dioses gemelos Cástor y Pólux que habían querido salvar a Simónides porque él los había ensalzado en uno de sus discursos. Simónides fue el único superviviente de la tragedia. Los muertos bajo los escombros estaban tan desfigurados que ni siquiera sus familiares podían identificarlos. Pero Simónides pudo ayudarles. ¿Y cómo? De esta manera: él recordaba exactamente dónde se había sentado cada uno.
Que significa esta historia para nosotros memocamper? Simonides habia utilizado el principio fundamental en el arte de la memorización, el principio de "poner en lugar".
No solamnte los viejos griegos sino también los viejos romanos tenían algo por encima. Y todavía queda lo mejor. En los años 60 del siglo XX el profesor californiano Roger Sperry descubrió que en el hemisferio izquierdo del cerebro almacenamos los datos lógicos (secuencia lineal de lugares) y en el hemisferio derecho alojamos la creatividad (simultaneidad visual). El profesor Sperry recibió por ello el Premio Nobel. Y el entrenamiento moderno de la memoria obtuvo así un método mejorado en el cual las imágenes juegan el papel principal: el "Método de la Ruta" explora los lugares que encontramos en un camino (hemisferio izquierdo - la lógica de la secuencia) y los combina, si esto es posible, con imágenes crativas (hemisferio derecho - la creatividad). Así se potencia la capacidad de memorización porque se usan específicamente ambos hemisferios cerebrales.